Una reseña de Todos éramos hijos, por Silvina Rodríguez para el sitio Leedor:
http://www.leedor.com/contenidos/literatura/todos-eramos-hijos-de-maria-rosa-lojo
Hay que tener un deseo que se sostenga, espíritu y alguna deuda pendiente con el pasado cercano. Y hay que tener coraje. También, en lo posible, tal vez el requisito más difícil, hay que escribir del modo en que ella lo hace. Entonces nos encontraremos con una novela teatral (de hecho, los capítulos finales son tres escenas del género dramático, y hasta de tragedia griega, porque el coro glosa los diálogos de los personajes), con un pleno homenaje a Arthur Miller y su “Todos eran mis hijos”, el correspondiente juego de palabras con el título y por de trás, o casi por delante de todo esto, la historia de Frik, el alter ego de la autora, una adolescente a punto de terminar su secundaria en un colegio católico en Castelar. Por momentos enteramente testimonial, en otros tan lírica como siempre (por suerte, los momentos en que la prosa poética de María Rosa aflora pueden ser un remanso en la lectura que duele, se pone áspera, sangra). Sigue leyendo →