La Plaza de Mayo vallada dispara un debate entre intelectuales

Tras el vallado de la Plaza de Mayo, después del asesinato del fiscal Nisman, La Nación publica esta nota de Verónica Dema en la que intelectuales y escritores -entre ellos María Rosa Lojo- opinan sobre el tema.

http://www.lanacion.com.ar/1763528-la-plaza-de-mayo-vallada-como-se-afecta-ese-espacio-iconico

Como un rastro del «que se vayan todos» de 2001, como una marca de entonces, quedaron las vallas, ésas que surgieron para proteger la Casa de Gobierno, pero también otros edificios como bancos o el Congreso de la Nación. Las demás, se fueron removiendo pasada la convulsión social, pero las de Plaza de Mayo quedaron y desde entonces son escudo de protección de diferentes manifestaciones. La semana pasada, después de la convocatoria a la Plaza tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, las vallas fueron soldadas. ¿Qué impacto simbólico produce esta decisión? ¿Qué se trastoca o se pierde a partir de este gesto? Sigue leyendo

Libros de 2014: una historia política en clave poética

Julieta Botto reseñó Todos éramos hijos para su blog en Infobae, #CuentosInfantiles. El texto, por acá:

http://blogs.infobae.com/cuentos-infantiles/2015/01/26/historia-politica-en-clave-poetica/

En una charla virtual, Daniela Azulay, experta en la materia de fomentar la lectura (y más cosas relacionadas), me citó a Andruetto y su concepto de «literatura sin adjetivos». Es por eso, o en realidad a causa de un comentario que suscitó toda esta cadena, es que hoy reseño un libro que, en realidad, lo puede leer cualquiera… Sigue leyendo

«Los libros nos hacen sentir incómodos con la realidad»

María Rosa Lojo y Silvina Friera estuvieron conversando sobre Todos éramos hijos; el resultado, esta entrevista para Página/12:

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-33900-2014-11-05.html

El teatro del mundo suele ser incomprensible. Ser joven en los años ’70, cuando las piezas del rompecabezas estaban orientadas por el fervor de la militancia revolucionaria y la lucha armada, no fue fácil. Frik, una adolescente descolocada, desajustada, incómoda, termina en 1971 la escuela secundaria en el Sagrado Corazón de Jesús de Castelar, uno de los colegios donde se difundieron las conclusiones del Concilio Vaticano II, los Documentos de Medellín y los principios de la Teología de la Liberación. El grupo de teatro organizado por la profesora Elena Santos y el padre Juan Aguirre decide representar una obra de Arthur Miller, pieza iluminadora para Frik, que pronto descubrirá en las palabras, en la literatura, una casa que ella transportará “como lleva el caracol su cubierta móvil”. En Todos éramos hijos (Sudamericana), María Rosa Lojo reconstruye ese pasado complejo, atravesado por las esquirlas políticas, religiosas y familiares, desde una intimidad comprometida con los desgarros existenciales. El desdoblamiento narrativo –una tercera persona que orbita entre la adolescente y la mujer adulta que vuelve sobre los documentos, las fotografías y el andamiaje de todos los libros que escribió– y la distancia temporal le permiten asediar esos recuerdos para transfigurarlos en el tapiz de la ficción. Sigue leyendo

Seminario: «El relato de viaje en la Argentina y los hermanos Mansilla»

Seminario de Literatura a cargo de María Rosa Lojo: «El relato de viaje en la Argentina y los hermanos Mansilla”, los próximos 7 y 8 de noviembre, en el CCB (Centro Cultural del Bicentenario), con entrada libre y gratuita y entrega de certificados.

http://www.diariopanorama.com/seccion/locales_13/dictaran-seminario-de-literatura-en-el-ccb_a_184513

Una época tormentosa y veloz

El diario El litoral de Santa Fe publicó el jueves pasado una muy buena entrevista sobre Todos éramos hijos. Léanla por acá:

http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2014/09/25/arteyletras/ARTE-02.html

Se ha escrito poco, desde la ficción, sobre el papel de la Iglesia del Tercer Mundo en la génesis de los movimientos sociales y políticos de los ‘70, e incluso, de la militancia armada. ¿Por qué esta elección temática?

Ante todo, porque ese clima me tocó de cerca. Fui a un colegio religioso (el Sagrado Corazón, de Castelar) donde la Teología de la Liberación prendió muy fuerte. Los cambios a partir del Concilio Vaticano Segundo y los Documentos de los Obispos en Medellín (1968) fueron enormes y repercutieron inmediatamente sobre lo cotidiano. Sigue leyendo

Una novela sobre el día a día en los 70

Fernanda Abad entrevista a María Rosa Lojo a propósito de Todos éramos hijos, para el diario El Tribuno, de Salta.

http://www.eltribuno.info/una-novela-el-dia-dia-los-70-n453907

Maria Rosa Lojo

En Todos éramos hijos, la escritora María Rosa Lojo desovilla una historia coral protagonizada por Frik, una alumna de colegio de monjas que -como muchos adolescentes de los 70-, experimenta el impacto de los cambios religiosos durante los años previos al golpe de Estado, y es testigo de una sociedad sacudida por un vendaval llamado iglesia tercermundista. La publicación de Sudamericana es una novela con muchos matices autobiográficos y da cuenta de las marcadas diferencias generacionales entre padres antiperonistas e hijos dispuestos a asimilar los cambios con coraje.  Sigue leyendo

La memoria en tres actos

Entrevista de Sebastian Basualdo a María Rosa Lojo, a propósito de Todos éramos hijos:

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-5437-2014-10-11.html

Ya sea por un arraigado compromiso que asume la forma de un deber moral, o acaso simplemente por estar en el lugar exacto y en el momento oportuno –la mera contingencia–, lo cierto es que no hay acto heroico, sino que es a partir de la mirada de un tercero que juzga, da sentido, ordena y valora según los cánones de una época. Sigue leyendo

«Quiero que la generación de mis hijos sepa que existimos»

Mónica López Ocón entrevista a María Rosa Lojo acerca de Todos éramos hijos en una nota que revisa las experiencias humanas y existenciales de los años setenta. Al final de la entrevista se puede leer un perfil de la protagonista, fragmento de la novela.

http://tiempo.infonews.com/nota/134281/quiero-que-la-generacion-de-mis-hijos-sepa-que-existimos

Este libro, más cerca de la memoria que de la Historia –advierte María Rosa Lojo antes del comienzo de su última novela Todos éramos hijos–, transcurre sobre todo en ciertos escenarios reconocibles cuyos nombres no se han cambiado: la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, los colegios Sagrado Corazón e Instituto Inmaculada, de Castelar. En los dos últimos se difundieron las conclusiones del Concilio Vaticano II, los Documentos de Medellín y los principios de la Teología de la Liberación. En los dos, también, hubo ex alumnos y enseñaron religiosos perseguidos y desaparecidos.» Sigue leyendo

Ser adolescente en los ’70

Juan Ciucci, de la Agencia Paco Urondo, entrevistó a María Rosa Lojo a propósito de su última novela, Todos éramos hijos:

http://www.lapacourondo.com.ar/secciones/cultura/15497-ser-adolescente-en-los-a70.html

María Rosa Lojo

¿Cómo surge el libro?

Esta novela era una asignatura pendiente desde hacía mucho tiempo. La sentía como una deuda hacia mi generación: los que aún cursábamos el secundario en los comienzos de la década del ’70. Y también la veía como una especie de legado que era importante transmitir a los que son muy jóvenes (o más jóvenes) hoy.

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Entrevista a María Rosa Lojo

Desde el blog de La ventana cultural entrevistaron a María Rosa Lojo acerca de su infancia, su carrera y su última novela, Todos éramos hijos:

http://www.laventanaarteycultura.blogspot.com.ar/2014/09/entrevista-maria-rosa-lojo-libros.html

Maria Rosa Lojo

– ¿Cómo fue tu infancia? ¿Dónde naciste?

En Buenos Aires, Capital Federal. Vivíamos en una casita de Liniers con mis padres y mi abuela materna, doña Julia. Nos quedamos ahí hasta mis cinco años. Luego nos mudamos a Castelar, donde mis padres habían logrado construir una casa nueva, estilo americano de los años sesenta. Ahora, con algunas variantes, esas viviendas se han vuelto a poner de moda. Era sobria, limpia, desnuda. Quizás muy adecuada para personas que buscaban desprenderse de un pasado muy difícil de superar: la guerra civil española, con sus traumas y sus pérdidas. Había que poner otra vez la vida a disposición de ser vivida, como una página en blanco. Una utopía de olvido y regeneración que desde luego nunca es plenamente posible. Todavía vivo en Castelar, en esa misma casa que heredé de mis padres, y que mi marido y yo reformamos y ampliamos. Ahí está condensada mi historia, y los recuerdos de una infancia que fue intensa, imaginativa y también algo solitaria. Fui hija única durante bastante tiempo. Sigue leyendo